Tercer Parador en alojarme y a mi parecer el más grande y sobre todo el que más pasillos, recovecos y extensión tiene, que incluso puedes perderte, solo hay que ver una vista aérea para ver su forma y grandeza. Con solo saber que era un convento ya da pistas.

El mobiliario es exquisito, además por su extensión hay mucho que ver y explorar. Además no se si es permanente pero había una colección de cunas antiguas en madera.

El frontal del Parador es inmenso (de forma alargada), junto con su plaza con gran decoración especialmente en el suelo junto al edificio, además junto al Parador hay una iglesia y museo que se pueden visitar.

Ficha

Descripción del Parador

El Hostal de San Marcos es uno de los hoteles monumentales más extraordinarios del viejo continente. Su construcción, junto al puente que atraviesa el río Bernesga, a las afueras de León, se inició en el siglo XVI con el objetivo de albergar la sede principal de la Orden Militar de Santiago en el oeste de la Península. La obra fue financiada por el rey Fernando el Católico. El precioso hotel es un museo viviente de señoriales salones, con un Claustro y una Sala Capitular espectaculares, amplias y elegantes habitaciones, biblioteca, y un magnífico restaurante que ofrece una cuidada gastronomía tradicional.

En su fachada labrada, en el claustro, en la iglesia y en la magnífica sillería del coro trabajaron algunos de los arquitectos y escultores más prestigiosos del país y de la vecina Francia. Sus gruesos muros encierran importantes episodios de nuestra historia, albergaron capítulos de la Orden, confinamientos ilustres como el de Quevedo, o etapas trágicas como su reconversión en campo de concentración durante la Guerra Civil Española.

A lo largo de siglos, los frailes atendieron los maltrechos cuerpos de los peregrinos, mientras los caballeros de la Orden reconquistaban el territorio peninsular frente a los árabes, espada en mano, a lomos de sus corceles. San Marcos, entonces, constituía una ciudad en miniatura, con corrales, huertas, almacenes, establos, bodega, cárcel y su propio cuerpo de clérigos, sanitarios y sirvientes.

Habitaciones únicas

Torreón (hab. nº 559)
Tipo de habitación: torres y palacios
La habitación Torreón goza de la singularidad de ser uno de los torreones de la espectacular fachada plateresca de este hotel con encanto. Para acceder a la estancia hay que subir unas escaleras y en lo alto, como una almena, aparece esta lujosa habitación, con una preciosa cama cobijada por un dosel, y un pequeño salón integrado. Los balcones se asoman hacia la bella plaza de San Marcos y el delicioso puente romano que atraviesa el Río Bernesga y que separa la ciudad de Léon en dos. El baño, otro lujo, cuida todos los detalles y cuenta con una gran bañera de hidromasaje redonda a la que se accede por unas escalerillas. Una Habitación Única.

Quevedo (hab. nº 363)
Tipo de habitación: con historia
La habitación Quevedo del Parador Hostal San Marcos de León, es una de las habitaciones más amplias y confortables de este histórico edificio que ha sido desde convento, hasta cárcel que encerró durante 4 años al prestigioso escritor Francisco de Quevedo. La Suite se enclava en el centro de la plateresca fachada, con dos balcones que asoman a la plaza justo encima de la portada principal. En su interior cuenta con dos camas de ensueño adornadas con dosel, y una puerta tallada que abre paso a un salón con espejos, mesas, tapices y aparadores tallados en maderas nobles.

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